Considerar a la alegría como herramienta de la supervivencia se saca, sencillamente, de observar qué cosas nos las producen. (Claro que sin irse a los casos más extraños, puesto que las teorías en biología no son absolutos. Con que la teoría fuese un 60% cierta, ya funcionaría)
Comer, amigos, (comer amigos no) familia, pareja, poder, deporte, ingenio, alegría por el trabajo terminado.
Estas 8 cosas, ya por sí solas yo las consideraría como 3/4 partes de lo que te produce alegría, y habrá otras.
Bueno, pues estas cosas están claramente relacionadas con la supervivencia tuya, quizás no tanto ahora como hace 30.000 años, cuando tus genes se forjaron mediante la selección natural. (Puede que ya esté obsoleta)
Comer: es evidente.
Amigos: protección contra los depredadores y fuentes de información que te ayuden a encontrar comida, agua, curar enfermedades...
Familia: lo mismo que los amigos
Pareja: tener hijos, fundamental. Y el amor sirve para mantener a la pareja unida mientras crían a los hijos. La mujer sola no podría.
Poder: el jefe de la tribu es el primero en comer y en elegir pareja.
Deporte: estar en forma para huir, cazar, resistir enfermedades...
Ingenio: muy útil para sobrevivir. Para cazar, abrigarse... Somos 7 billones en el planeta por saber utilizar el ingenio para desarrollar herramientas, etc.
Trabajo terminado: así te esfuerzas por terminar las cosas. Necesario también.
Esto ya tendría que hacernos pensar. Pero es que es completamente lógico. La alegría es precisamente la que te mueve a hacer cosas. Aquellas personas a quienes la alegría les llevaba a hacer cosas beneficiosas para su supervivencia sobrevivirían mejor que aquellos a los que le producía felicidad golpearse la cabeza.
Una vez establecido esto, queda otro punto.
Esta generación es igual de feliz que la de nuestros padres, o que la de nuestros abuelos. Tampoco parece lógico pensar que en la Edad Media todos fuesen más infelices que ahora. Algo falla entonces. Las circunstancias cambian completamente y todos seguimos igual.
O lo que nos enseña Easterlin:
¿Qué pasa entonces?cuando se comparan los resultados de varios países, el nivel medio de felicidad que los sujetos dicen poseer no varía prácticamente, al menos en los países en los que las necesidades básicas están cubiertas en la mayor parte de la población.
Los niveles de felicidad se autorregulan. Tienden siempre a una media.
De esa manera te motivan con el cambio. Para conseguir que estés siempre luchando por mejorar tu situación, la alegría debe ser "exigente"; acostumbrarse a lo nuevo y pedir más.
Luis Rayo y Gary S. Becker de la universidad de California (las únicas personas lúcidas sobre este tema en internet) para intentar probar esto que estoy diciendo, utilizaron las herramientas matemáticas para la teoría de incentivos, y la aplicaron a la felicidad.
Es decir, que el punto de referencia con el que comparar tu situación para darte un nivel determinado de alegría, se va actualizando cada cierto tiempo, y eso hace que la alegría tienda a estabilizarse a largo plazo. Esa es la función para sacar un rendimiento óptimo.
Y concuerda con la realidad.
Las conclusiones de la teoría son las siguientes; no puedes hacer mucho, por no decir nada, para mejorar tu nivel de felicidad, éste se autorregula sólo. No vas a ser más feliz en el futuro de lo que has sido hasta ahora, y todos somos más o menos igual de felices. Es agridulce.
Creo que esto es todo.
Saludos!