Bueno; ahora que has reconocido eso, vayamos a tu petición más o menos indirecta.Toni escribió:Es así, no los paso por el corrector
Los profesores de lengua castellana, o de idiomas extranjeros, los lingüistas, traductores, etcétera, sabemos bien hoy, sin duda alguna, que uno de los factores fundamentales para la buena ortografía o la buena gramática, y para el éxito idiomático de un niño, es el ejemplo que le dan sus padres.
O sea, en nuestro caso: que, puesto que no te preocupas de dar buena ortografía y buena gramática a tus escritos, eso lo notan tus hijos, cómo no, y entonces tienden a no dar importancia a escribir bien en castellano.
Te olerá a cuerno quemado el párrafo anterior, pero no es nada personal. Consulta a cinco o seis lingüistas, correctores de estilo ortográfico, profesores de redacción, etcétera, y te dirán lo mismo, poco más o menos. No me estoy inventando nada ahora mismo; seguro que te estás dando cuenta de ello.
La primera medida que puedes tomar por cuenta propia, pues, por el bien ortográfico y gramatical de tus hijos, es cuidar tu propia ortografía y tu propia gramática en castellano.
Vayamos ahora con lo del caso perdido.
Existe la dislexia, sí, y existen unas pocas patologías graves sicofísicas de efectos comparables. Quien las padece, sí que tiene graves problemas involuntarios en escribir decentemente el idioma que habla. Es un caso estadísticamente muy raro, y no padeces tal problema, Toni.
O sea: no existen los casos perdidos a la hora de respetar la ortografía y la gramática. Lo que tenemos, sencillamente, es gente que no cultiva la disciplina de autocorrección; y que instalada, en una comunicación meramente audiovisual, nunca o casi nunca lee ni escribe.
En el caso extremo esto se demuestra por rebote de efecto. O sea: bien sabes que soy un ratón de biblioteca. Y, sé sincero: ¿cuándo has visto, leído, oído, etcétera, que un ratón de biblioteca salpique sus escritos con gruesas y constantes faltas de ortografía, gramática, estilo, inteligibilidad, etcétera? ¡Pues nunca, claro! Los ratones de biblioteca no nos limitamos a la comunicación audiovisual, por imágenes y por voz, sino que constantemente leemos y escribimos. De ahí que cometemos muy pocas faltas.
El corolario está claro: tener buena ortografía y buena gramática no es caro ni, a la larga, difícil, mas requiere autodisciplina y constancia.
Pasemos, pues, a tu problema, y al modo razonable de resolverlo.
Lo primero es que no te engañes a ti mismo con falsas excusas de que eres un caso perdido y reconozcas que, sencillamente, no estás poniendo esfuerzo en escribir bien. Y, ya reconocido eso sin tapujos... ponte manos a la obra.
Como asunto de fondo, ya que eres marxista, pues ponte a leer a los clásicos de tu escuela filosófica en castellano, como José Carlos Mariátegui, José Sacristán o Ernesto Guevara, el Che. Y las buenas traducciones de clásicos marxistas, sean el propio Carlitos, su amigo Federiquito Engels (pronunciación: Énguels) Lenin, Althusser (pronunciación: Altusé) Bloch (pronunciación: Bloj) Gramsci (pronunciación: Granchi) Lukács (pronunciación: Lúcach) Mao Tse Tung, Eric Hobsbawm y tantos otros.
Y, de manera más inmediata, pasa a aprovechar los correctores automáticos. Me detendré un poco en cómo utilizarlos.
El castellano es una de las lenguas más habladas e influyentes del mundo. De ahí que todos los procesadores de textos con un buen equipo de desarrolladores detrás incluyen un corrector de formas, por mínimo que sea, para la redacción en castellano. Los mejores entre estos correctores, además, se adentran en la gramática, la claridad, la sintaxis y el estilo. Pero lo más urgente, en tu caso, es la ortografía. Y, para esto, te servirá cualquiera de estos correctores. Te hago notar que yo mismo utilizo, cuando redacto en castellano, correctores de los más avanzados, pues constantemente pulo el castellano que escribo. Mas, sin excesivas pretensiones, pasemos a tus primeros pasos, valga la redundancia. Con unos pocos ejemplos se verá fácilmente.
Pongamos que escribes lo siguiente en un mensaje: Hiba a decirte algo cuando se ha adelantado Gaav. El corrector saltará automáticamente en Hiba y marcará, en rojo o con otra marca gráfica bien visible, la errata; porque esta palabra no lleva hache, con lo cual remitirá a la forma correcta: Iba.
Pongamos que escribes lo siguiente en un mensaje: Pero lo mas urgente, en tu caso, es la ortografia. En este caso, el corrector automático (si es bueno) hará un análisis de contexto frasal y detectará que aquí la palabra más no equivale a pero, sino a máximamente y que, por tanto, ha de llevar acento gráfico. Por lo mismo, ortografía tiene acento gráfico en la penúltima vocal. Es un caso muy frecuente para ti, pues omites muchísimos acentos gráficos.
Y, finalmente, pongamos que escribes lo siguiente en un mensaje: Una verdadera rebolución comunista acabará con el poder mafioso de los avogados. Pues estaré de acuerdo con el fondo, mas el caso, para empezar, es que el corrector automático saltará con que la revolución se escribe con uve. Y, en cuanto a los que ejercen la profesión más mafiosa del mundo, está claro para el corrector ortográfico automático que, en castellano, son abogados con be, aunque en gallego son avogados con uve. Y, en ambas lenguas, ¡son unos corruptos!
La regla es sencilla: durante al menos seis meses, pasa siempre previamente por un corrector básico ortográfico y gramatical, los mensajes que envíes a Sofos Ágora. Tan sencillo como eso. Simplemente con que lo hagas, tu ortografía mejorará día a día, semana a semana; a ojos vista.
Y, además, sabes que predico con el ejemplo, utilizando frecuentemente estos correctores automáticos a la hora de redactar en las muchas lenguas por medio de las cuales envío mensajes electrónicos, del alemán al chino pasando por el catalán, el vascuence y el esperanto.